No sé cuantas cosas se pueden encontrar en el ojo izquierdo de una persona, pero sé que en tus labios yo pude encontrar a m o r sin fin y me hizo enloquecer. Y te condena mi celoso corazón, cuando le contás tu historia, nunca conoció la gloria en cuestiones del amor. Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz, aunque pierda la memoria, con acercarse a la victoria se conforma un perdedor. Y te tendré que dejar escapar, sé que lo voy a lamentar, pero te digo amor, hay que saber cuándo parar. Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo, nunca fui mucho de apostar, una corazonada me dice que es hora de pagar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario