sábado, 5 de noviembre de 2011

Contar ovejitas 


Para poder dormirme, cuento ovejitas. Las 


ocho primeras 


saltan ordenadamente por encima del cerco. 


Las dos 


siguientes se atropellan, dándose topetazos. 


La número once 


salta más alto de lo debido y baja 


planeando. 


A continuación 


saltan cinco vacas, dos de ellas voladoras. 


Las sigue un 


ciervo y después otro. Detrás de los ciervos 


viene corriendo 


un lobo. Por un momento la cuenta vuelve a 


regularizarse: 


un ciervo, un lobo, un ciervo, un lobo. Una 


desgracia: el lobo 


número treinta y dos me descubre por el 


olfato. Inicio 


rápidamente la cuenta regresiva. Cuando 


llegue a uno, 


¿logrará despertarme la última oveja?

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