sábado, 19 de noviembre de 2011
¿Cómo te animás cuando bailas a desafiar al tiempo? ¿Cómo te olvidás de lo que pasa si te estás moviendo? ¿Cómo te reís y me mentís? ¿Cómo te vas perdiendo? ¿Cómo despegás el suelo? ¿Cómo transitás el duelo? No di más y le di noches exóticas a mis ideas neuróticas para poder encontrarte. No hay un consuelo para el duelo más que la resignación, es el dolor o el olvido y este vacío soy yo. Y en nuestros actos más secretos nos detenemos a pensar, yo anduve algún tiempo muerto, me gusta resucitar.
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